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sábado, 27 de agosto de 2011

¿Qué es el amor?

Cancún


El amor es la vida.
El amor es el respeto.
El amor es ser fiel.
El amor es una decisión.
El amor es  catarsis.
El amor es reflexión.
El amor es ser consecuente.
El amor no tiene excusas.
El amor es querer con la vida misma.


Любовь есть жизнь.

Любовь уважения.

Любовь верность.

Любовь это решение.

Любовь это катарсис.

Любовь это отражение.

Любовь должна быть последовательной.

Любовь не имеет оправдания.

Любовь есть любовь с самой жизнью.

jueves, 25 de agosto de 2011

La Educación Artística

“Las sociedades del siglo XXI exigen cada vez más trabajadores creativos,
flexibles, adaptables e innovadores y los sistemas educativos debe ajustarse a
esta nueva situación. ...La educación artística constituye asimismo un medio
para que los países puedan desarrollar los recursos humanos necesarios para
explotar su valioso capital cultural. La utilización de estos recursos y este
capital es vital para los países si desean desarrollar industrias e iniciativas
culturales fuertes, creativas y sostenibles, las cuales pueden desempeñar un
papel clave al potenciar el desarrollo socioeconómico en las países menos
desarrollados”
(UNESCO, 2006: 4).


Referencia

UNESCO (2006): “Hoja de ruta para la Educación Artística. Conferencia Mundial sobre
la Educación Artística: construir capacidades creativas para el siglo XXI.” (http://
portal.unesco.org/culture/es/files/40000/12581058825Hoja_de_Ruta_para_la_
Educaci%F3n_Art%EDstica.pdf/Hoja%2Bde%2BRuta%2Bpara%2Bla%2BEducaci%
F3n%2BArt%EDstica.pdf) 10/09/2010.

miércoles, 24 de agosto de 2011

¿Por qué es importante la clase de música?

Héctor Navedo Aponte




            Históricamente los maestros de las materias “básicas” me han demostrado cierto desprecio hacia las Bellas Artes y en este caso a la clase música.  A veces por ignorancia o falta de conocimiento.  Hace falta informar y educar a las facultades y  padres que vienen prejuiciados.  La música en sí tiene muchos beneficios.  A corto y largo plazo los estudiantes tienen un mundo de oportunidades a través a la música. 

Si el maestro de música alinea su currículo con el de historia (por mencionar uno) la clase de historia será una mucho más entretenida.  A través de la música los estudiantes entenderán mejor otras culturas y tradiciones.  En la historia ha habido grandes casos de ingratitud con grandes maestros como Jesucristo, Sócrates y Martin Luther King. La música es un medio de comunicación por el cual se transmite la cultura, historia, costumbres y valores de generación en generación.
            Según el Dr.Eric Millán “la misión artística debe estar enfocada en lograr un equilibrio entre lo científico y el ámbito humanista en el proceso educativo del estudiante, que no solamente lo prepare para ganarse la vida, sino para vivirla plenamente”.  Los filósofos han coincidido en que las Bellas Artes son manifestaciones elevadas del ser humano, producto la de la perfección y evolución del hombre en su medio ambiente.  Un estudiante que ejecute un instrumento tiene la oportunidad de estudiar con exención del pago de matrícula a nivel sub-graduado.  Esta ventaja la tienen los músicos y atletas universitarios.  La educación musical influencia positivamente el trabajo en conjunto de los estudiantes.

Broudy (1980)  plantea que “la literatura y las Bellas Artes representan los intentos más o menos fructíferos de la sociedad en el uso de los símbolos para expresar la vida emocional de los hombres”.  Ante esta realidad, podemos aseverar que un ser humano privado de las Bellas Artes es un ser privado de la belleza de la vida y destinado a vivir en una extrema pobreza intelectual y cultural.  La música facilita la adaptación óptima del estudiante al sistema socioeducativo, facilitando la exploración, representación y traslación de conceptos que enriquecen su conocimiento.  La música se puede integrar con cualquier materia.  Cuando el estudiante se expone a la música establece conexiones neuronales que posteriormente facilitan el aprendizaje lingüístico, lógico matemático, el desarrollo de la memoria y su percepción sensorial.  La integración de las Bellas Artes estimula el desarrollo de patrones estructurados, imaginería, identidad cultural, capacidad de abstracción, autoconfianza y disciplina.  Las Bellas Artes son un punto de encuentro  donde se integran las formas, los sonidos, los colores, el movimiento corporal, la imaginación y la creatividad. 
El Dr. Antonio Battro, especialista en neuroaprendizaje, afirma que “el arte estimula la imaginación, ejercita el juicio crítico y ayuda a pensar de una manera flexible, todos elementos indispensables para encarar el complejo mundo que nos toca vivir”.  Las Bellas Artes deben verse como un gran amigo del currículo y no como una hora de capacitación para un maestro de alguna materia “básica”. 
Gracias a las Bellas Artes tenemos estudiantes más sensibles, auténticos en su comunidad, balanceados cognitivamente, e inclinados a practicar una filosofía de vida positivista.  Además tenemos futuros consumidores del buen arte, de la buena música, en fin, serán objetivos a la hora de adquirir y no le impondrán el “artista” con mayor publicidad.
Ningún logro en las Bellas Artes es producto de la casualidad, libre albedrío o la suerte.  Estas materias requieren sacrificio y dedicación. Para Julio Ortiz García, prominente ex-director escolar de la escuela Antonio Paoli de Caguas, el maestro de música es visto como un soldado raso dentro del sistema de educación.  Sin embargo tiene que trabajar como un general con condiciones mucho más limitadas en comparación con los colegas de otras materias.  Muchas veces sin salón, sin material didáctico, sin instrumentos y sin la colaboración de buena fe de la facultad.  Irónicamente y a pesar de todo esto, somos los que ponemos los nombres de las escuelas en alto con presentaciones musicales.  La música es una alternativa efectiva para lograr una mayor retención de la población escolar y un paliativo a los males sociales que nos afectan.
            “La música está en nuestros genes”, afirma Mark Jude Tramo, músico, compositor prolífico y profesor en la Facultad de Medicina de la Universidad de Harvard.  “Muchos investigadores estamos tratando de entender la melodía, la armonía, ritmo, y los sentimientos que producen, a nivel de las células cerebrales individuales.  En este nivel, puede haber un conjunto universal de normas que regula la forma en un número ilimitado de sonidos que pueden ser combinados en muchas formas”. 
“Todos los seres humanos vienen al mundo con una capacidad innata para la música”, de acuerdo con Shelemay Kay, profesor de música en Harvard. “A una edad muy temprana, esta capacidad está determinada por el ambiente musical y cultural donde crece el niño.  El niño se familiariza con instrumentos, estilos de cantar e incluso la intensidad con que escuchamos los sonidos”.  Tramo considera que el estudio de la biología de la música puede dar lugar a aplicaciones prácticas relacionadas directamente con el aprendizaje y el aprovechamiento académico.  Hay pruebas que demuestran que la música puede ayudar a disminuir la presión arterial y aliviar el dolor. 
            El cerebro humano se divide en dos hemisferios, y el hemisferio derecho ha sido tradicionalmente vinculado con la música.  En la parte izquierda del cerebro la mayoría de la gente sobresale en los procesamientos rápidos.  Ambos lados izquierdo y derecho son necesarios para complementar la percepción del ritmo.  Por ejemplo, ambos hemisferios necesitan estar trabajando para decir la diferencia entre tres cuartos y cuatro cuartos de trabajo.  Entender la biología de la música podría permitir a la gente entender que la música tiene beneficios más allá del entretenimiento. 
Luego de una cirugía del corazón abierto,  estudios demuestran que los pacientes que escuchan música relajante necesitan menos dosis de medicamentos en comparación con aquellos que no escuchan música.  Ante los beneficios científicos de la música, algunos hospitales han implementado ponerle música de fondo en las unidades de intensivo y recién nacidos.  La música se utiliza para calmar los pacientes de Alzheimer.  A la hora que sirven la comida en los hogares de ancianos u hospitales se hace difícil organizarlos.  Inclusive se pueden producir peleas.  El poner música relajante disminuye la confusión y desacuerdos.  Los investigadores han encontrado que la música disminuye la presión arterial en ciertas situaciones, y parece aumentar la eficiencia del consumo de oxígeno al corazón.  Algunos atletas escuchan música mientras entrenan ya que mejora su rendimiento.
El síndrome hipercinético o trastorno de hiperactividad, fue descrito por primera vez en 1902 por Still, quien agrupó sus síntomas más frecuentes (intensa actividad motora, déficit de atención o trastornos de la conducta) para tratar de facilitar su abordaje. 
Según los diversos estudios realizados, la hiperactividad afecta a la población menor de 7 años entre un 3% y un 4% y más a niños (75%) que a niñas (25%). Y si bien sus causas no están suficientemente probadas, la teoría principal de los especialistas apunta a una disfunción cerebral, reconociéndose también la influencia de los factores ambientales.
 Una de las manifestaciones más claras de la hiperactividad suele ser la falta de atención, que les acarrea en ocasiones, serios retrasos a nivel académico. A este respecto J. F. Romero (1990) señala: Sin embargo, investigaciones experimentales llevadas a cabo en Canadá y Australia en los años 70 no hallaron diferencias en atención selectiva auditiva o visual respeto a los niños de igual edad. Estos datos, unidos a los que consideran el ambiente un factor influyente, son de crucial importancia para que la música se convierta en el hilo conductor de cualquier tratamiento que se lleve a cabo con niños hiperactivos; más si tenemos en cuenta las siguientes cuestiones:   Existen teorías, como la de estimulación óptima o la de patrones de onda sincrónicos de Rogers, que entienden la atención como, un sistema de autorregulación en sí mismo.  En este sentido, la música (especialmente en lo que se refiere al uso de instrumentos) les proporciona la actividad que demandan exigiéndoles al tiempo una atención que se encubre con el placer que les supone el proceso creador. 
Estudios desarrollados por Douglas evidencian la atracción de los niños hiperactivos hacia lo novedoso.   Entre los 0 y los 2 años presentan una elevada reacción ante estímulos auditivos. La música les puede presentar estímulos auditivos novedosos en múltiples campos, que también requieran de participación y movimiento, como la dramatización de un cuento con instrumentos, los desplazamientos al ritmo de la música, etc. Notar aquí que, sin que los afectados lo perciban, se está trabajando uno de los aspectos más importantes dentro de la hiperactividad, como es la falta de atención y la canalización de su movimiento. 
El procesamiento de la música ayuda a activar los dos hemisferios cerebrales. Ambos hemisferios desempeñan misiones distintas, aunque susceptibles de ser puestas simultáneamente en marcha con la realización de algunas actividades, como las musicales, cuya ejecución activa las funciones del hemisferio derecho (ligado por lo general a la emoción, la capacidad artístico-musical y espacial) y del hemisferio izquierdo (relacionado con el lenguaje y las operaciones lógicas). Especialmente antes de los 3 años la música les ayuda en su comunicación verbal, pues presentan un lenguaje con gran inmadurez expresiva. 
El enriquecimiento lingüístico contextualizado que se produce con las canciones les ayuda a mejorar su vocabulario al tiempo que las manifestaciones grupales le permiten entrenar su expresión sin cohibirse, al encontrarse amparado por el resto de compañeros. La música ayuda a mejorar la relación del cuerpo con el entorno.  La estimulación musical permite que el mundo interior entre en contacto con el mundo exterior a través de una serie de sensaciones del campo físico (vibraciones), auditivo (melodías diversas), visual (diferentes instrumentos o formas de escritura o representación de signos musicales, recordemos a Kodaly) o psíquico (lo que sugiere la obra trabajada). 
La música les facilita el desarrollo del lenguaje, que estos niños tienen menos desarrollado y que tiene gran importancia a partir de los 7 años, pues asume un papel de autorregulación. La música les permite comunicarse con fluidez y libertad, pues, cuando les cuesta expresar sus propios pensamientos o sentimientos verbalmente, pueden superar su frustración expresándose a través de una canción cuyas palabras muestren, por ejemplo, un estado de ánimo similar al suyo.  A su vez, esto les ayuda a darse cuenta de que hay personas que se sienten igual que él.  
El ambiente familiar y escolar se ve mejorado con la música, lo que facilita la integración y modificación de la conducta del alumno.  Al trabajar la música en grupo se crea el clima emocional idóneo para expresarse y relacionarse con sinceridad y libertad. Así, cuando el niño hiperactivo consiga interactuar de manera positiva con sus compañeros en la sesión de música, comprenderá que también puede hacerlo fuera del aula, pues habrá aprendido nuevas formas de comunicación. 
La música contribuye a reducir los niveles de ansiedad y a alcanzar una respiración más profunda y relajada.  Trabajar con música permite adaptarse al ritmo interno de cada individuo, algo de enorme importancia para tratar a alumnos que, por su hiperactividad, puedan presentar un ritmo de aprendizaje más perturbable.  Informes de investigaciones experimentales, enmarcadas dentro de las teorías del procesamiento de la información, han destacado la importancia de la música sobre la atención y la memoria.  El incremento de la actividad, de la atención selectiva y de la producción, se ven influidos por la música. 
Para mejorar la atención es importante comenzar con tareas sencillas, lo mismo que para activar la producción lo es una adecuada organización. Agrupando ambas ideas se encuentra la música. Con ella al alumno se le pueden marcan pequeñas metas con las que lograr realizar correctamente una tarea, evitando en gran medida la distracción, mejorando la ejecución y estimulándole. También son importantes las técnicas de modificación de conducta, con las que al alumno se le refuerza positivamente tras una conducta adecuada, estimulando su repetición.
            La música tiene efectos sobre el cuerpo, la mente, las emociones y la función autónoma.  Con la música el alumno aprende a conocerse, con sus virtudes y defectos; pero también aprende a valorarse a sí mismo y a los demás respetando las diferencias positivamente. Al realizar tareas grupales, consigue metas que de otra forma quizás no lograría, mejorando su autoestima y predisposición para la realización autónoma de tareas. Esto, unido a la gratificación que aporta trabajar con música, les ayuda conformar su personalidad.  
Los métodos receptivos o auditivos con los que se escucha la música al tiempo que ésta se combina con ondas de sonido de baja frecuencia (vibroacústicos) permiten relajar todo el cuerpo. Debido a la gran actividad que presentan los sujetos hiperactivos y a que muestran cortos períodos de sueño, necesitan espacios de relajación; para ello se puede aprovechar para relajarles  con música acompañada de vibroacústicos o masajes antes del comienzo de estos momentos de descanso. 
El empleo de técnicas activas unidas a la música, como la utilización del propio cuerpo o distintos instrumentos, ayuda a la mejora de la relación con otras personas. Todos estos datos evidencian la influencia que ejerce la música sobre la ejecución de tareas en niños hiperactivos y con problemas de atención. En este sentido, Keenan describió cómo la música afecta al cuerpo, palabras que Winder recogía así: “La estimulación musical puede tanto activar como calmar porque el cuerpo contiene mecanismos y estructuras que promueven efectos de activación (sensorial, central, autónomo y motor), así como mecanismos que moderan el nivel de excitación. Los sistemas son activados por cambios internos en la química corporal y en el funcionamiento eléctrico como resultado de la estimulación sensorial (...) la afirmación de que el hombre es esencialmente un ser rítmico está basada en el alto grado de regularidad rítmica de las respectivas funciones biológicas. Se ha encontrado que el ritmo musical tiene un profundo efecto sobre el ritmo cerebral y, por tanto, sobre la función cerebral”.
Guiados por estos principios, desarrollan su labor los centros que curan con armonías o musicoterapia, técnica natural que ya se aplicaba a comienzos del S. XX en Europa y que en EE.UU. es cursada como carrera universitaria desde los años 50, aplicándose en hospitales. Aitor Loroño, director de un Centro de Investigación en Musicoterapia, justifica el uso de esta terapia para “tratar sobre todo los desórdenes relacionados con el cerebro y el sistema nervioso, desde el dolor y los trastornos psicológicos y emocionales, hasta las dolencias  mentales y neurológicas”. Afirma, asimismo, que su aplicación contribuye a  mejorar los resultados en el tratamiento de la hiperactividad infantil. Precisamente, esto ya se está desarrollando en muchos centros educativos europeos para mejorar el rendimiento académico del alumno afectado y facilitar la integración con sus compañeros, contribuyendo al mismo tiempo a mejorar otros muchos aspectos, ya marcados en la relación anterior de beneficios, como el lenguaje, la autorregulación o la reducción de la ansiedad.
La etapa de la alfabetización del niño se ve más estimulada con la música. A través de las canciones infantiles, en las que las sílabas son rimadas y repetitivas, y acompañadas de gestos que se hacen al cantar, el niño mejora su forma de hablar y de entender el significado de cada palabra. Y así, se alfabetizará de una forma más rápida.  La música también es beneficiosa para el niño cuanto al poder de concentración, además de mejorar su capacidad de aprendizaje en matemática. La música es pura matemática. Además, facilita a los niños el aprendizaje de otros idiomas, potenciando su memoria. Con la música, la expresión corporal del niño se ve más estimulada. Utilizan nuevos recursos al adaptar su movimiento corporal a los ritmos de diferentes obras, contribuyendo de esta forma a la potenciación del control rítmico de su cuerpo.
A través de la música, el niño puede mejorar su coordinación y combinar una serie de conductas. El niño empieza a expresarse de otra manera y es capaz de integrarse activamente en la sociedad, porque la música le ayuda a lograr autonomía en sus actividades habituales, asumir el cuidado de sí mismo y del entorno, y a ampliar su mundo de relaciones. La música tiene el don de acercar a las personas. El niño que vive en contacto con la música aprende a convivir de mejor manera con otros niños, estableciendo una comunicación más harmoniosa.
A esta edad la música les encanta. Les da seguridad emocional, confianza, porque se sienten comprendidos al compartir canciones, e inseridos en un clima de ayuda, colaboración y respeto mutuo.

Héctor Navedo Aponte
Evidenciada la utilidad de la música para la reducción y canalización de la hiperactividad infantil, padres, educadores, y profesionales médicos, no tenemos más que ponerla en práctica, para que esta rica oferta cognitiva y sensorial sacie la necesidad de estimulación de estos pequeños.  Por todas estas razones expuestas es que las Bellas Artes deben ocupar un lugar prominente en la educación puertorriqueña.

martes, 9 de agosto de 2011

La Habana (2011)

Héctor Navedo Aponte
Autor



"Antes de finalizar mi ponencia (en el Palacio de Convenciones de La Habana) quiero denunciar y citar un estudio de la UNESCO donde indica que la mayoría de los niños en el mundo quedan
atropellados y excluidos de una educación, alimentación y salubridad digna.

Estos niños no tendrán las mismas condiciones de vida que tuvimos muchos de nosotros, y posiblemente estén más ocupados en sobrevivir que en educarse. 

Por favor, denunciemos la pobreza como un mal social que nos afecta a todos. La derrota o falta de progreso de un compatriota, de un hermano iberoamericano o de cualquier parte del mundo es también mi derrota y mi falta de progreso. Si en el siglo XX el reto de nuestra Latinoamérica era
que los hombres y mujeres pudieran leer y escribir, no tengo la menor duda que este siglo XXI el reto es que cada uno de nuestros hermanos tenga la
oportunidad de tener acceso a las tecnologías de la información y comunicación y la constante renovada sociedad del conocimiento'' (Navedo,2011).