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| Zoé y Héctor |
Una mañana de abril soborné a un ángel para que me permitiera ser tu padrino.
Desde antes que nacieras ya te imaginaba, y tan pobre es mi imaginación que no podía imaginarte tan bella como eres.
No sabes quién soy, si soy 'bueno' o 'malo', si soy inteligente o no... y aún así siempre me regalas la más sincera de tus sonrisas.
Llegaste a este mundo para salvarte del mismo.
Mi suerte es gigante como los mares y lo confirmo al haberte conocido.
Aún no sabes hablar, leer, escribir... ni tan siquiera caminar.
Te dejo grabado un momento, una reflexión que hago de ti.
No sé qué serás cuando tengas mi edad (27). Quizás seas maestra, doctora, peluquera o policía...no importa lo que seas ni quien seas, te voy a querer igual.
Entre cantos de sirena naciste un abril para dejar, sin duda, un mundo mejor.
Te quiere,
Héctor
9 de octubre de 2011
9 y 41 p.m.
