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miércoles, 25 de diciembre de 2013

Reflexión educativa

“¿Qué pasa si te digo que no creo en la escuela pero sí en la educación? Que quiero aprender, pero no a aceptar lo que otros me imponen. ¿Qué pasa si te digo que la escuela no es tan buena como parece? Que desde su creación solo dice repite, ignora y obedece. Que fue pensada por los mismos que dominan al mundo; burócratas, dictadores y banqueros. Y nosotros la aceptamos como muchos. Lo que la escuela siempre buscó fue moldear a la gente. Haciéndoles creer que son libres e independientes. Pero lo único que espera de cada niño de la Tierra es que solo produzca y consuma para sostener este sistema. ¿Qué pasa si te digo que saber no es necesariamente comprender? Que el conocimiento es importante, pero solo absorber información nos hace más ignorantes. Comprender es haberlo vivido y experimentado. Saber es simplemente poder acumularlo. La educación sirve para crecer y desarrollarnos. La escuela para aprobar el examen y graduarnos como esclavos. Aprender en libertad es poder elegir qué aprendo y descubrir cómo. La escuela es repetir lo establecido y acallar quienes somos. Aprender en libertad es conocerme junto a otros y descubrir la vida. La escuela tradicional es negar quien soy y ser lo que otros me exijan. ¿Qué pasa si te digo que la escuela no piensa en el ser humano? Porque somos solo números que aprueban o repiten grados. Donde se desecha a quien no alcanza el promedio. Se les castiga y excluye haciéndole creer que son menos. Porque solo se dirige a un grupo homogéneo y en masa. Matando las diferencias, sueños y esperanzas. La escuela asfixia a quien no cumple los requisitos. La verdad es que realmente todos somos iguales. Educar es aprender juntos a ser humanos. Pero sin un currículum de un ministro o un tirano. Educar es verte al espejo y reconocerte vivo. Mirar a los otros y encontrar lo mismo. ¿Qué pasa si te digo que el eje de la escuela es el deber ser? Mientras que lo que guía la educación es crear y poder ser. ¿Qué pasa si te digo que la escuela nos enseñó a sobrevivir con miedo? Y la educación es realizarnos para ser plenos” (Fuertes, 2013).